El Bosque de los Trolls

Queridos camaradas, aqui continúan las cronicas de la reconquista Dunedain. Tal y como os habia comentado en mi anterior relato, nos encontrabamos en una humilde aldea en el territorio que pertenecia al señorio de nuestros antepasados y que ahora se encontraba infectado por la ignominia de ser gobernado por un lacayo del Rey Brujo de Angmar. No podiamos consentir que las cosas siguieran igual asi que decidimos inspeccionar los alrededores del castillo y el bosque de los trolls donde se encuentra inmerso y de paso buscar al joven hijo del posadero que se habia perdido. Como gobernantes de legitimo derecho de estas tierras debemos velar por el bien de nuestros subditos y el honos siempre ha de guiar nuestra cuasa. Salí del pueblo acompañado de mi hermano y hermanastro y nos dirigimos al ultimo sitio donde habian visto al chico. Allí haciendo uso de las tecnicas de rastreo aprendidas durante mis años como monatraz en el exilio encontre huellas de lobos, de trolls y del chaval. Decidimos empezar por los lobos para asegurarnos de eliminar esta amenaza de nuestras tierras. Tras un arduo combate nos desicimos de ellos. Luego seguimos a los Trolls con la esperanza de que tal vez hubieran capturado al chico y siguiese con vida.

Tran unas horas de seguir el rastro encontramos la madriguera de estas inmundas criaturas. Sin duda nos superaban en número y probablemnte fuesen mas fuertes que nosotros pero nosotros contabamos con nuestra astucia e inteligencia superior. Asi que tramamos una emboscada y un rastro de carne de venado envenenada para llevarlos hasta donde nostros nos hallabamos agazapados en unos arboles. Gracias a nuestra habilidad y a la diosa fortuna conseguimos avatirlos de certeros flechazos, uno a uno, a los tres trolls adultos que cayeron en nuestra letal trampa. Fue un combate limpio, sin daños para nuestro bando en el que cada uno de nostros elimino un fiero y avieso troll.

Una vez eliminados estos trolls nos decidimos a entrar en su guarida sigilosamente para erradicar el resto de esta plaga nauseabunda de nuestras tierras. Sin duda esta será la primera de muchas cuevas que desinfectaremos. Cuando recuperemos nuestro castillo haremos que estas vuelvan a ser tierras seguras aunque tenga que ir personalmente eliminando cada una de estas madrigueras.

Entramos sin más dilación en la cueva y nos fuimos deshaciendo de todos los trolls que habia dentro. Hay que decir que los tres machos adultos de la manada ya los habiamos eliminado por lo que la cueva resulto mas facil de limpiar de lo que pensabamos. En ella encontramos al joven chico desaparecido y lo devolvimos junto a su preocupada familia que como recompensa nos abastecería gratis desde entonces. Aceptamos su muestra de gratitud y no quisimos recordarles que por estar en nuestro feudo ya débían abastecer a sus señores gratis. Al fin y al cabo los dunedain no somos gobernantes orgullosos y sí preocupados por sus gentes.

También intercambiamos algunos tesoros y plantas por unos caballos para nostros tres. Asi es como nos hicimos con nuestras monturas: Jaco, Paco y Tunning.

El destino nos llevaba hacia nuestro objetivo, no podiamos esperar más ya era hora de encaminar nuestros pasos hacia Covadonga y restaurar su honor, limpiarlo de la infecta mancha orca que se cernia sobre el.

En el castillo nos enfrentamos a numerosos peligros y temibles adversarios pero también encontramos tesoros y dos nuevos camaradas: el enano Milinko y una elfa de moral fragil. desde aqui invito a estos dos camaradas a que nos cuenten aqui su historia y como llegaron a estar presos en el castillo de Ar-Gular.

Los hechos acaecidos en el castillo serán objeto de mi próximo relato.

Que Eru guíe vuestros pasos hasta entonces