Figueiras, islas Cíes

Figueiras, islas Cíes

miércoles, 2 de abril de 2008

La mina del enano

Camaradas aquí prosigue el relato de la Reconquista. Tras nuestro provechoso viaje al Trabad del pasado proseguimos nuestro camino hacia Minas Tirith. Ciudad que alcanzamos sin ninguna otra novedad que resaltar. Sin duda el rumor de un grupo incontenible que viajaba hacia el sur se había corrido por toda la Tierra Media y el Enemigo ya no se atrevía a poner mas trabas en nuestro camino. Además el rey Brujo estaba atemorizado después de nuestro encuentro y tenia que encontrar fuerzas y valor para poder volver a afrontarme.

Así que llegamos a la ciudad en la que un día mi primo volverá a reinar. No visite al senescal ya que mis asuntos no han de comentarse con siervos que ostentan un poder temporal, no dignos de conocer los planes de la auténtica nobleza. Tampoco me molestaron sus tropas signo sin duda de que sabía de mi linaje e igual estaba atemorizado de que le desposeyese de su titulo. Estas sabandijas no saben que yo no aspiro a lo que le pertenece a mi primo. El será el próximo rey de los hombres, el gobernará sobre Gondor, Rohan y Los antiguos tres reinos Dunedain. Ese día yo reclamaré el titulo de soberano de los antiguos tres reinos Dunedain y junto a mi hermano reclamaré el honor de conquistar el reino haradrim. Sin duda mi destino será grande. He de buscar también una dama que me permita continuar mi linaje aunque en ocasiones me pregunto si existirá humana o elfa digna de tal honor.

En Minas Tirith cumplimos nuestros objetivos contratamos a los mejores arquitectos, ingenieros, maestros constructores y soldados para reconstruir y fortalecer Covadonga bastión desde el que abatiríamos el Mal definitivamente de la Tierra Media y haríamos que su recuerdo no fuese mas que el que ha tenido un lejano mal sueño.

Tras varios años de preparación conseguimos hacer de Covadonga un fortín inexpugnable. Amurallado alrededor del castillo principal se levantaba una prospera y segura ciudad que pronto traería prosperidad a mis súbditos.

Pero el bien conseguido no podía apaciguarme y reconfortarme. Mi camino solo había comenzado, así que nos dispusimos a reconquistar la mina de Milinko y devolver al Enemigo la afrenta recibida hace años. Así también podría volver a enfrentarme al Rey Brujo y acabar con el de una vez por todas.

Así que reuní la mitad de mis tropas y marchamos hacia allí. A nuestra llegada comprobé que el Rey Brujo no se hallaba allí. Sin duda sabía que yo lideraba el ejército asaltante y corrió a refugiarse a tierras lejanas. Me compadezco del día en que ese pobre cobarde reúna el valor de hacerme frente.

Yo llevaba clara la estrategia para ganar esta batalla ya que además de un gran guerrero he sido instruido como gran estratega así tras la obligada posibilidad de rendición al enemigo ejecute mi bombardeo incondicionado de dos semanas. Al poco tiempo se rindieron pero a mi enseñaron que uno no debe hacer su estrategia en función del rival si no de las fuerzas de uno mismo así que no varié mi plan y continué hasta completar el bombardeo de dos semanas. Gracias a esta brillante maniobra tomamos toda la zona exterior de la mina sin perder ni un hombre. Esta maniobra pasará a los anales de la historia y dentro de muchas generaciones se hablará del famoso bombardeo de Castillorn.

A continuación procedimos a arremeter con ira hacia el interior de la mina y en no excesivo tiempo nos hicimos con ella. Fue una batalla dura y épica pero logramos nuestro objetivo de devolver el honor a Milinko y los suyos recuperando la mina. El precio no obstante fue alto, tuvimos algunas bajas entre las que destaca la de nuestra amiga Idril que en una demostración de coraje más allá de toda duda estuvo en primera línea de a batalla hasta su muerte. Será largamente honrada y sin duda se ha ganado el derecho de ser enterrada en el Panteón Real de Covadonga.

Pero la paz dura poco en la vida de un guerrero y me ha llegado un mensaje de auxilio de mi primo desde el sur. He oído rumores de que el Enemigo se ha fortalecido en Mordor (donde ahora se esconde el cobarde del Rey Brujo), de que el Anillo Único ha sido encontrado y confiado a un hobbit (no se a que merluzo se le ha podido ocurrir semejante tontería). Yo soy partidario de devolvérselo a su Señor para que así no tenga excusas cuando caiga derrotado bajo mi espada. Sin duda de haber estado en el Concilio en el que se decidido su destino los habría hecho entrar en razón No se porque no se me avisó para asistir a él, sin duda sabían que estaba muy ocupado reconquistando y no quisieron molestarme. No obstante deberían consultármelo. Una decisión así no debería tomarse sin el beneplácito de los Castillorn. Se lo diré a ese simpático viejo y a mi primo cuando los vea.

Parece que se avecina una gran guerra en el sur y no pueden ganarla sin el concurso mío y de mis camaradas. Seguiré a mi primo camino a Gondor, probablemente le daré alcance en el reino de Rohan. Llevaré unos cuantos soldados, los veteranos de la mina de Milinko. 200 guerreros que podrían derrotar a cualquier ejército que se encuentre.