Dos españoles por Noruega (2)

Bueno, bueno, bueno, pues sigo contando lo que hicimos en Oslo. Allí nos llevaron a varios museos. En primer lugar, visitamos el museo de arte folclórico, en donde simplemente juntaron diferentes casas típicas recogidas a lo largo y ancho del país, construidas a base de madera. De este museo destacaban especialmente dos curiosidades: en primer lugar, que todas las casas tenían el tejado cubiertas de hierba ya que según parece es el mejor aislante que existe tanto para el frío como para la humedad. Incluso nos llegaron a comentar que era bastante habitual que las ovejas de los dueños de las casas se comiesen el césped del tejado. Pero de estas construcciones lo que más me impresionó, fue cuando salíamos de Oslo, ya que desde el autobús vi un montoncito de estas casitas al lado de una pequeña colina, y como están cubiertas de verde, desde lejos con el efecto óptico parecía que estaba viendo…a ver si lo adivináis frikis: pues agujeros hobbits por supuesto…la sorpresa fue tan gorda y el bus iba tan rápido que no me dio tiempo a retratarlo, en fin una pena, snif!
La segunda cosa a destacar de este bonito museo folclórico, y sin lugar a dudas la mejor, fue la stavkirke o iglesia vikinga de madera. Pues eso es un iglesia de madera de la época en la que los vikingos fueron convertidos al cristianismo (allá por el 1200) y de las pocas que hoy en día quedan en pié porque muchas ardieron. De todos modos, nos comentaron que se conservaron tan bien porque las familias que vivían en los alrededores de estas iglesias estaban obligadas al menos una vez al año a darles una mano de brea porque si no lo hacían arderían en el infierno…a ver quien era el guapo que no colaboraba.

Otro museo que vimos esa misma mañana fue el del barco polar de Fram, o mejor dicho, vimos literalmente el barco polar de Fram. Pues si, tenían allí al barco original con el que a principios de siglo intentaron llegar por primera vez al Polo Norte. El viaje duró 6 años, y al final no llegaron por los pelos. Lo quisieron volver a intentar pero un americano se les adelantó y entonces decidieron ir al Polo Sur…y esta vez sí que lo consiguieron. El hombre que aparece delante del barco fue el que ideó todos estos viajes (siento no daros el nombre pero es que no me acuerdo) y está considerado un héroe nacional, de hecho, cuando Noruega consiguió la independencia el pueblo noruego le ofreció ser el rey del país. Y poco más que destacar de este museo salvo los elevadísimos precios de la tienda de souvenirs (cosa habitual en todos los museos de allá) y los osos polares que tenían disecados a la entrada.

Y quiero terminar este capítulo con la visita que hicimos al museo de arte vikingo de Oslo. Pues bien, lo primero que nos advirtieron al llegar allí, y antes de entrar, fue que había un nombre que estaba mal visto en Noruega, a ver si adivináis….os lo digo ya, porque no creo que lo sepáis: Cristóbal Colón, nuestro almirante. Si, si, no es coña, ellos afirman que los vikingos descubrieron América antes que los españoles, concretamente casi 500 años antes, y gracias a un hijo de Eric el Rojo…en fin, se lo han tomado tan en serio que incluso han sacado de los libros de historia al almirante. Poco más que contar, salvo que había varios barcos vikingos reales recuperados no hace mucho. Al parecer los encontraron porque los vikingos, al igual que los egipcios, creían en la vida después de la muerte, y cuando un rey moría se enterraba junto con todas sus pertenencias, criados, animales, y barcos incluidos…no se andaban con chiquitas estos, no?