Dos españoles por Noruega (1)

Hola a todos, ya de vuelta de mi viaje por Noruega os pondré alguna fotillo para poneros los dientes largos, la verdad es que es un país digno de ser visto, aunque sólo coman cosas verdes al vapor (aquí Pablo no sobreviviría). Fijaos que no han inventado aun la tortilla española, ni siquiera la tortilla noruega que les queda más cerca todavía. Pero bueno, os cuento lo que vi.
Antes de nada comentaros que Noruega siempre fue una provincia de Dinamarca hasta que la perdió por culpa de Napoleón, que se la cedió a Suecia por el apoyo que le dio a los franceses en sus guerras. Al parecer, a principios de siglo, era junto con Irlanda el país más pobre de Europa, así que cuando le solicitaron a Suecia la independencia, éstos se la dieron totalmente gustosos. Pero el destino es incierto, y estos Noruegos 50 años después descubrieron que el Mar del Norte estaba podrido de petróleo, así que ahora ellos si que están podridos de petróleo (me gustaría ver la cara de algún sueco cuando sucedió esto j eje je). Para que os hagáis una idea de cómo están ahora, sólo deciros que el sueldo mínimo allí después de los impuestos (y el Estado se les queda un 60%!!!) es de 2600 euros al cambio…pá cagarse. Fijaos que el primer día compramos 3 regalices en Oslo que tenían una pinta buenísima, pero pagamos 100 pelas ahí es nada.

En primer lugar fuimos a Oslo (tierra de dioses en noruego). Hay que contar que tiene 450000 habitantes nada más, pero sin embargo está entre las 20 ciudades más extensas del mundo de New Cork, México DC, etc. Esto es porque nadie vive en el centro, que es donde están los edificios más grandes, y si en las afueras al lado del fiordo donde sólo hay casitas de madera de uno o dos pisos con sus embarcaderos correspondietes (dato importante: uno de cada 4 noruegos tiene su barquito). Lo más destacado de esta ciudad es el ayuntamiento, del cual os envío una foto de la entrada, ya que es donde se da el Nóbel de la paz, el único de estos premios concedidos fuera de Suecia). También pudimos contemplar el famoso cuadro de Munch: “El grito”, aunque no puedo proporcionaros imágenes ya que estaba prohibido sacar fotos.

Por supuesto también tienen su catedral (donde se casó la Betemarie y el Hakon, que no se si se escriben así) aunque desgraciadamente estaba en obras. Aquí hay que destacar que es una de las raras construcciones en piedra del país ya que se cuentan con los dedos de una mano.

Además tiene una calle principal muy transitada (Johanes gate) por gente que no por coches, ya que puedes andar por la carretera sin problema (la explicación de esto es que cada vez que entras motorizado en la ciudad tienes que pagar, y no poco). Al final de esta calle puede verse el palacio real con una bandera roja izada, esto significa que el rey estaba en el palacio ese momento. Finalmente, también os incluyo una foto del bonito puerto que tiene esta ciudad.