Continuando con mis memorias romanas después de una temporada en silencio (es que últimamente nuestro foro está muy animado, especialmente la "Zona Friki"...) Bueno pues que a ver si termino de una vez por todas con lo imprescindible de la milenaria capital italiana.
7.- Piazza di Spagna: Otro de los rincones archiconocidos por todo el mundo, haya estado en Roma o no. En ella se encuentra la famosa Scalinata della Trinitá dei Monti (que, como su nombre indica, conduce a la iglesia de la Trinitá dei Monti o Trinidad de los Montes) Es un excelente lugar para sentarse y ver pasar a la gente, la zona, no en vano, está generalmente abarrotada de gente. En los meses de primavera (a partir de mayo si no me equivoco) se adorna con un montón de flores que le dan un colorido muy bonito. El nombre de la plaza (y consecuentemente el nombre común de la escalinata) se debe al Palazzo di Spagna que está allí al lado y que acoge la Embajada de España ante la Santa Sede (sí, donde actualmente reside Sir Pacu, aka Rober Diniro) un palacio que lo flipas y en el que casi entramos sino fuera porque el señor embajador estaba en España (ventajas de los "altos" contactos de mis padres) En la plaza hay también una bonita fuente llamada Fontana della Barcaccia (de la barca) obra de Gianlorenzo Bernini y su papá Pietro. Al lado derecho de las escaleras se encuentra la Casa-Museo John Keats, un poeta inglés del XIX, en el que hay también lugar para otros artistas británicos de la época que anduvieron por estas tierras como Lord Byron o Mary Shelley. Nunca entré. Al otro lado hay un famoso salón de té, el Babington's English Tea Room, en el que me tomé el Earl Grey más caro de toda mi vida (algo así como 7 €) pero bueno el marco es incomparable, el servicio atentísimo, las teteras y tazas de finísima porcelana inglesa y el azucarero, las cucharillas y demás cubiertos de auténtica plata... Además aproveché para escribir tranquilamente postales hasta que iban a cerrar (sobre las 20h pero es que esas ya no deben ser horas de tomar el té...) Desde aquí parte la Via del Babuino que conduce a la Piazza del Popolo y la Via Condotti (donde están algunas de las mejores tiendas de Roma, y las más caras... pero por el momento no cobran por mirar los escaparates...)
8.- Fontana di Trevi: Probablemente la fuente más conocida de Roma y casi del mundo entero, gracias en parte a la mítica escena en la que Anita Ekberg se tomaba un baño a la vista de Marcello Mastroianni en la película "La Dolce Vita" de Federico Fellini. Ni se os ocurra imitarla, sé que parece muy bonito y tal, hasta romántico si queréis, pero a los Carbinieri que SIEMPRE hay vigilando la fuente no les va a hacer ni puta la gracia y lo más probable es que os metan un paquete del quince... Limitaros a lanzar de espaldas la monedita de rigor y desead con todas vuestras fuerzas regresar a la Capital del Mundo ("Caput Mundi", según los romanos que eran unos tipos muy listos) Eso sí, que tampoco pase por vuestras cabecitas pescar la pasta del fondo... recordáis que había un (y a veces dos) coche de los Carabinieri? Ay, piltrafillas! Todo lo recaudado (un verdadero pastón al año) es entregado por el ayuntamiento a Cáritas que lo distribuye entre los necesitados y financia una especie de economato para estas gentes. Pero fijáos en el conjunto, representa el carro de Neptuno (dios romano de los mares) en el centro, tirado por dos tritones, uno dócil (derecha) y otro salvaje que trata de escaparse (izquierda) que vienen a simbolizar los estados de la mar. La fuente, que está adosada a la parte trasera del Palazzo Poli es obra de la escuela de Bernini, por si el estilo os suena familiar. El nombre de Trevi proviene de "tre vie" porque allí confluyen tres calles. Hay que ir, echar la moneda y sacarse la foto, como los cientos de guiris que se agolpan en las escaleras y los alrededores (porque evidentemente siempre está petado) Un consejo: id de noche, no hay casi nadie y se está genial (si no hace frío) Os quedará a medio camino entre la Piazza di Spagna y la:
9.- Piazza Navona: Antiguo circo romano y después mercado, de ahí la peculiar forma ovalada de la plaza. Es uno de los rincones más pintorescos y visitados de la ciudad. Nuevamente os hallaréis en medio de un mogollón de gente y además encontraréis un buen número de puestos de recuerdos de Roma, fundamentalmente acuarelas, grabados, réplicas de objetos o monumentos romanos y esas cosas, es un buen sitio para comprar regalos. También hay fulanos que hacen tatuajes de henna con varios motivos o caricaturas en directo en tan sólo unos minutos. Pero bueno, lo más conocido de la plaza es, sin duda, la Fontana dei Quattro Fiumi (Fuente de los Cuatro Ríos) obra maestra, como no podía ser de otra forma, de Gianlorenzo Bernini y en la cual se representan personificados los espíritus de cuatro grandes ríos del orbe: Nilo, Danubio, Ganges y Río de la Plata que a su vez representan a los cuatro continentes conocidos en aquella época (respectivamente África, Europa, Asia y América) Si os detenéis a observar las figuras os daréis cuenta de las extrañas poses y caras que tienen y si os fijáis aún más os percataréis de que ninguna mira a un edificio que está justo enfrente; la iglesia de Sant'Agnese in Agone (o Santa Inés en Agonía por ser el lugar donde se supone que fue martirizada la santa) obra de Borromini. Visto lo visto Bernini y Borromini no se llevaban así como que muy bien, de hecho se detestaban. De todas formas eso puede no ser otra cosa que una leyenda más... a libre elección del visitante. Pero la plaza tiene otras dos fuentes más, una en cada uno de sus extremos: la Fontana de Nettuno y la Fontana del Moro. Si os va el tema, en cuanto a fuentes Roma también es un exponente ya que a parte de las citadas cuenta con un buen número más entre las que cabe destacar la Fontana del Tritone (sita en la Piazza Barberini) o la Fontana delle Tartarughe (cerca de Largo Torre Argentina, que tiene unas simpáticas tortugas que están como saltando al agua desde las manos de cuatro chicos) Y si tenéis sed hay cientos de fuentes por casi cualquier rincón en las que saciarla gratis (y es un agua muy buena y fresca, creedme) Como todo aquí, éstas también tienen truco: hay que tapar la salida del caño con un dedo para que un chorrete salga hacia arriba en dirección a la boca, cuidado no os mojéis mucho...
10.- Bocca della Veritá: Quién no ha visto la coña que Rock Hudson le gasta a Audrey Hepburn en la mítica "Vacaciones en Roma"? Él mete la mano y hace como si las mandíbulas se le cerrasen encima ante la aterrorizada mirada de ella, que grita despavorida... Pues es otra de las visitas obligadas para sacarse la foto (cómo se puede ir a Roma sin hacerlo? no es de recibo, ni de buen guiri...) Se encuentra en el atrio de la iglesia de Santa Maria in Cosmedin (justo detrás del Circo Massimo, frente al rio en la parte donde está la Isola Tiberina) que podéis visitar ya de paso porque es una de las mejores iglesias medievales de la ciudad. La "boca" en sí es un mascarón de mármol que probablemente fuera en su momento parte de una fuente romana. Lo de meter la mano es otra leyenda según la cual la boca se cerraría si la metía un mentiroso. Pero eso es falso y si no que me muerda la mano buena (je, je, je...) Justo al otro lado de la calle hay un jardincillo en el que hay dos pequeños templos romanos: el Tempio di Vesta (donde estaban las vestales) y el Tempio della Fortuna Virile (sea lo que sea eso...) Una vez en esta zona podréis llegar facilmente a la Piazza Venezia, el Colosseo o el Trastevere dependiendo de por dónde vayáis.
Ya véis que no he terminado aún, calculo que me hará falta otra entrada para terminar lo fundamental y después una o dos más de cosas opcionales pero igualmente interesantes. Eso será otro día, a ver si alguien cuelga algo más... Ciao!!
1 comentario:
Por fin me deja escribir, debía ser problema mio.
Como siempre me ha encantado tu reportaje. De todos los sitios a mi el que más me gusta (o que mejores recuerdos me trae) es la plaza Navona.
A ver si cuando tenga adsl publico una de las piezas que a ti te faltan, el Colosseo!!
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