La vieja, y por largo tiempo aplazada, aspiración de mi hermano Totó (o Totti) era la de ir todos juntos a su querida Roma, ciudad que admira desde que era un renacuajo. Tras mucho batallar, a mediados de febrero conseguimos convencer a nuestros padres para que salieran de casa para algo más que para trabajar... Nos dieron carta blanca para que buscáramos fechas, vuelos, hoteles, etc (no sé si pensaban que nos echaríamos atrás o en plan "hala deja de darme el coñazo, haz lo que quieras...") El caso es que la fecha que encontramos más apropiada fue la del pasado fin de semana (el falso-puente de San José, puesto que este año no era festivo... cabrones!) Y así fue que los Yzquierdo-Peiró se fueron a Italia.
Salimos el 16 de marzo, mis padres y yo desde SCQ a una hora demasiado temprana (07:25) pero qué remedio... rumbo a Madrid donde cogeríamos a Totti, ya que está actualmente trabajando en el Museo Cerralbo (que os aconsejo visitar, por cierto, si queréis tener una visión de cómo vivía la aristocracia, el tal Cerralbo era un Marqués, a finales del s. XIX y principios del XX en la Villa y Corte de Madrid) que está muy cerquita de la Plaza de España hacia Ferraz, calle en la que está la suntuosa sede del Prisoe, y cerca del parque en el que se encuentra el Templo de Debod. Siempre podéis visitar su página güeb: http://museocerralbo.mcu.es/esp/index2.html
Extrañamente a lo que suele ser habitual no tuvimos que esperar por Totó (...) estaba ya en la terminal de Barajas (T4) aún cuando faltaba un rato largo para la salida del vuelo (yo creo que venía de reenganche de la noche...) Facturamos (ya dije que volábamos con Vueling, suena redundante no?) y esperamos la salida ocupando el tiempo entre dar una vueltecilla por la terminal y echarle un ojo a las tiendas Duty Free del aeropuerto. Con algo de retraso nos hicieron embarcar en el A-320 (del que ya puse la foto en otro día) Me gustó el orden con que se hizo (primero los niños pequeños y los enfermos o impedidos, y después de las filas del final del avión hacia delante en tres tandas) creo que sólo en otra ocasión había embarcado así (evitas los atascos y las colas interminables ante el mostrador) Bueno, teníamos la fila 9 (que había seleccionado por internet al hacer la reserva en la página de Vueling) yo en ventanilla como no podía ser de otra forma (me encanta volar y ver el mundo desde arriba!)
Aún tardamos otro poquito en salir, según nos dijo el Comandante la policía había retenido a una pasajera y, evidentemente, el avión no podía despegar con el equipaje de la interfecta a bordo por razones de seguridad, todos nos preguntábamos qué habría pasado. Finalmente despegamos por la pista 36R de Barajas. Teníamos por delante poco más de 2h y 20 min. de placentero vuelo sobre tierras manchegas primero y levantinas después hasta salir al mar sobre la ciudad de Valencia (ché!) que se divisa perfectamente desde lo alto, especialmente la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Se continúa dejando atrás la línea de costa de la península y la siguiente tierra que se vislumbra es la isla de Mallorca, de hecho suele verse bastante bien la bahía de Palma al igual que la propia ciudad (pero yo iba en el lado de babor del aparato y no lo pude ver porque quedaba al contrario) Luego también se pasa muy próximo a la costa de Menorca pero sin llegar a pasar por encima. Otro buen rato más de vuelo sobre la masa tranquila y azul del Mediterráneo antes de pasar por encima del piquito de la isla de Cerdeña y de continuar sobre el estrecho de Bonifacio que separa dicha isla (italiana) de la de Córcega (francesa) Es una bonita vista podéis creerlo. A partir de este momento queda poco más de media hora para tomar tierra en el aeropuerto romano de Leonardo da Vinci-Fiumicino (muy cerca de la costa y del puerto de Ostia) Una de las veces que había venido hasta aquí (el verano que fuimos a Sicilia) en la aproximación final pasabas sobre un montón de lujosas villas y campos de golf, pero esta vez debimos entrar por una ruta diferente. El avión nos dejó al lado de unos hangares, en una zona relativamente alejada de la terminal por lo que tuvimos que bajar a la pista y coger el típico bus (inconveniente relativo de volar con una low cost aunque en el resto nada tiene que envidiar al trato recibido en un aparato de Iberia, por ejemplo, quedé gratamente sorprendido con Vueling; eficiencia, buen trato, conexión con aeropuerto principal en horas no intempestivas...) Total que eran algo más de las cuatro de la tarde y ya estábamos en Roma!!
(Fin de la primera parte... a ver qué os parece)
2 comentarios:
Bueno, pedazo de reportaje en toda regla… Lo acabo de leer y ya me tarda la siguiente parte. La verdad es que con estas entradas estamos poniendo nuestro blog a la altura de los mejores. Ahora si que se puede decir que la página funciona y está muy interesante.
Mis congratulaciones!!!
Gracias Marcos, me alegra que te haya gustado (espero que a los demás también... si es que lo han leído...) Me pondré a trabajar para escribir la próxima entrada cuanto antes. La verdad es que quedó bien... je, je, je.
Aunque he de confesar que las fotos del Cerralbo y del Templo de Debod son de mi anterior viaje a Roma hace casi dos años, pero si no las hubiera puesto habría quedado un poco soso. La otra es una vista del Google Earth posteriormente modificada.
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